Hay una carta para ti

Antes de terminar el curso pasado, mi hija y sus compañeros de clase hicieron una excursión muy especial. Nos escribieron una carta, fueron a Correos (toda la clase, ¡qué locura!) y echaron la carta al buzón.

Cuando mi hija vio la carta en casa, su cara era un auténtico poema, le hizo muchísima ilusión cuando abrimos la misiva. Estamos muy acostumbrados a internet, que es rápido e inmediato. Recibir una carta es casi «romántico«.

Tarjeta

A mi hija le llegan cartas del banco, por una pequeña cuenta que le abrimos para sus ahorros. Viendo una de esas cartas, que por supuesto abrimos nosotros, le dije: «Cariño mira, te han escrito una carta«. La cogió entre sus manos, vio su nombre y dirección y se quedó prendada, con su tesoro en la mano…

Mientras les hacía la merienda, se me acercó despacio y me dijo: «mamá, no hemos abierto la carta«. Nos dispusimos a abrir el preciado mensaje, y mientras yo sostenía el extracto y leía los ínfimos intereses que habían generado sus ahorros (0,53€ para ser exactos), mi hija pidió que se lo enseñara. «Pues mira hija, es una carta del banco donde te dicen que te dan cincuenta y tres céntimos de intereses por un dinero que tienes en la cuenta«.

Por supuesto que hubo cierto desencanto, pero aún así ella estaba encantada de que Bankia le escribiera una carta.

¡Feliz fin de semana a todas!

2 comentarios en “Hay una carta para ti

  1. Es verdad, el rollito de esperar una carta, q tarda unos días en llegar, la ilusión de abrirla…estaba guay, normal q la haga ilusión recibir hasta las del banco, hasta q la pobre conozca la palabra hipoteca!!! Jajajaj. Besucos.

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