Mi móvil, es una madre.Me explico: estaba yo el otro día en casa y sonó un «pi-pi-pi» en el móvil. Pensé, inocentemente, que era un whatsapp y… cuál fue mi sorpresa cuando, en la pantalla de mi móvil ponía: «si no sales ya, llegarás tarde a tu cita en la clínica«. Me froto los ojos, sacudo el móvil, vuelvo a mirar la endiablada pantalla… sí, sí, me está diciendo que llego tarde, que aunque el médico está cerca de casa, como no mueva ya el culo no llego ni de milagro. Vamos, que es la versión Android de la famosa frase maternal: «tu sigue ahí, ya verás a la hora que llegas«.
Creo que ya he mencionado alguna vez que utilizo el Google Calendar, ya con vicio, y que le envío citas a mi marido, como si no viviéramos en la misma casa. Dentista a las 18:00 con la mayor, cita. Reunión por la tarde dentro de dos semanas, cita. Función de Navidad del pequeño y el mediano, cita… Y el móvil nos alerta de la llegada de la cita con 12 horas de antelación. Pero en algunas en concreto, no sé muy bien porqué, me dice que salga ya. Y es que desde el satélite de Google, deben colocarme en el Google Maps, y cuando no hay señal de movimiento frente a la inminente cita a 200 metros, me avisa cual madre solícita. ¡No me gusta nada! ahora resulta que también soy impuntual para Google, y seguro que algún día, navegando por la red, me saltarán anuncios de relojes, o alguna otra indirecta-cookie, a ver si mejoro en la gestión del tiempo.
Y de vez en cuando aparece el icono de un coche y me dice: «duración del viaje a casa, tiempo estimado 20 minutos por M-40″… y es que el móvil sabe dónde está mi casa y me localiza vía GPS o algo por el estilo, y me está presionando para que me vaya, que sólo le falta decirme: «bueno, ya está bien de cachondeo ¿no? ¡vete a tu casa ya!»
Y el WordPress también me echaba la charla, me enviaba un e-mail con la periodicidad establecida (que era semanal, y escribo era, porque ya lo he quitado) y me decía algo así como: «ya va siendo hora de que escribas una entradita para tu blog ¿no?, si te pones un objetivo hija, ¡cumple!», bueno… no eran esas las palabras, pero yo lo entendía así…
Pero, mi móvil no es tan listo. También Google se equivoca y, aunque gracias a Android controle todos mis movimientos, no os creáis que este pequeño sabelotodo tecnológico es tan listo. Cuando me compré esté móvil (que tampoco es que sea el último grito) venía con una aplicación incorporada, que se instaló en la pantalla principal, llamada AccuWeather. Es genial porque te dice si es de día o de noche, la hora, dónde estás, la fecha, el tiempo (con grados y sensación térmica)… en realidad son datos que cualquiera podemos constatar mirando por la ventana y consultando el reloj, pero ¿y si un día se me estropea la persiana, se me paran los relojes y gracias a mi móvil sé qué día hace, sensación térmica incluida? claro, es que hay que ponerse en todos los casos posibles… Y no critico esta maravillosa aplicación, os aseguro que me encantó ver que cuando era de noche se ponía una luna, y le decía a mi marido poniéndole el móvil en las narices: «¡mira, es de noche!«. Pero me he dado cuenta, con indignación, de que la luna está plantada en la pantalla hasta bien entrada la mañana. El móvil que me dice que soy impuntual, que sabe dónde está mi casa, que hace esas fotos tan chulas que planto en el blog (vengan a cuento o no, como es el caso de las fotos de hoy), que me insta a escribir una entrada y que vía app me dice hasta «vete a hacer la compra, que tienes la nevera vacía«, ese móvil maravilloso y regañón no sabe que a las 10:00 ya es de día… y es que hay una cosa que está clara: ¡ninguna madre es perfecta! 😉
jaaaaajajajajaja a mí, desde años, google me da miedo, asínnnn te lo digo!! jaja me parto con lo de la Luna!! un besazo!!
Sí da miedo!!!!!! Me leí un libro: el engaño de Google, y la verdad que no sabía si cortarme las venas o dejármelas largas!!!!!!!! Bs
A mí me acojona, pa qué mentir!jajajaja
Síiiiiiiiiiii lo saben todo de nosotros, esperemos que no lo usen en nuestra contra!!!!! Jajaja
Bs
No!! nadie es perfecto ni ganas que tengo… con lo hermosa que es la imperfección!
Pero una cosa te digo, estamos controladísimos por esos chismes ¿no? cuando una app me pregunta si quiero dar mi ubicación gps siempre se lo niego… con lo poco que me gusta a mi que me controle nadie! Jajaja!!
Un besazo Maribel
Sí que es hermosa la imperfección, aunque a veces nos cueste darnos cuenta!!!! 🙂
Bs
Jajajajaaa cómo te entiendo… Yo también uso el Google Calendar y también tuve una época en la que me acojonaba lo controladísima que me tiene, no lo logró mi madre real pero la virtual sí… Luego llegué a la conclusión de que me parece un precio justo por mantener mi vida organizada… porque sin él no sabría vivir. El truco está en no apuntar en él lo que no quieres que Google sepa, y listo. Ejemplo: «pillarme una cogorza en tal lugar a tal hora y con tales personas» xD
Por cierto, qué gracia lo de la app del tiempo. Mi novio me lo decía hace años también en plan: «mira! mi móvil me dice si es de día, y qué tiempo hace!», me acuerdo de señalarle mi balcón y decirle: «mira! mi balcón también!» xD
Un beso guapa!
Me parto, aunque con el título pensaba que el móvil te cuidaba a los niños jaja
Mi marido tambièn es fan del Google calendar y yo,como que me resisto un poco, jejeje. Pero reconozco que esos avisos de madre pesada vienen muy bien, jajaja. Besiños!
Niiiiña qué estrés!!!!
Pero vamos, que un par de apps de esas le voy yo a instalar al padre de las criaturas, a ver si espabila!!!! 😉
Un besote.