Pasar de «cena romántica» a cena «romántica» es fácil. Sólo hace falta estar un pelín desesperada ante la posibilidad de los niños bañándose despacio, cenando tranquilamente y rondando por ahí mientras su padre y yo esperamos (sin dormirnos) a que ellos sucumban por fin.
La tarde se presentaba más bien movida. Mi marido y yo queríamos celebrar un aniversario informal, cuando los niños estuviesen acostados.
Pensé un menú chulo y fácil: con carne picada y queso azul hice unas hamburguesas y un rico postre con mango (ver receta aquí).
Pero ya en el supermercado, las fieras estaban descontroladas, para amansarlas dije: «chicos, tenéis que ayudarme en la compra y en casa cuando lleguemos, porque hoy quiero preparar a papá una cena romántica«. Pues dicho y hecho, aquello fue mano de santo, rápidamente se pusieron en marcha: uno a por la albahaca, otro a por los yogures griegos, ayudamos a llevar las bolsas… Y no paraban de decir: «vamos mamá, que hay cena romántica»
Todo iba sobre ruedas, se fueron a bañar enseguida y en menos de diez minutos los tenía a los tres dispuestos a ayudar. Me pidieron preparar la mesa. Ya les empecé a informar de que era mejor que se esfumaran (ellos ya habían cenado) pero no había vuelta atrás. Mi hija mayor se erigió como maître de nuestro improvisado restaurante, y los dos pequeños se pertrecharon con un par de servilletas a modo de lito de camarero.
Cuando llegó mi marido, ellos estaban preparando la mesa y ya no había manera de que se fueran. No nos dejaban pasar al salón, donde preparaban la sorpresa. En una de estas, el pequeño se pilló la mano con la puerta, y hubo un retraso de unos diez minutos (consuelo, hielo… y parece que el camarero se tranquilizó).
Cuando por fin teníamos las hamburguesas hechas y el postre montado, nos dejaron entrar y ver lo que nos habían preparado: toda la mesa llena de fotos que recopilaron por toda la casa, los pequeños de camareros y con unas revistas: «para que os entretengáis mientras esperáis» (pero… ¿cuánto pensáis tardar?) Allí les tuvimos toda la cena, sirviéndonos y preguntado qué tal estaba todo. No fue todo lo romántica que esperábamos, pero fue genial.
¡Feliz semana!
Ellos que querían colaborar y haceros una cena super chula…y vosotros poniendo pegas, jajajaja … ¡¡que difícil es contentarnos!!
No si ya puestos, estábamos encantados!! Jajajaja!!!
Hala que chulo!!! Que majos jeje, s un buen recuerdo eso de la cena romántica preparada por los crios. (Aunque faltase intimidad jaja, que se le va a hacer).
Ya! A mi me encantó, mi marido y yo nos partíamos!
jajajajaajajaj qué majos por favor!